jueves, 7 de mayo de 2015

CAPITULO III.DONDE SE CUENTA LA GRACIOSA MANERA QUE TUVO DON QUIJOTE DE ARMARSE CABALLERO.


CAPITULO III.

DONDE SE CUENTA LA GRACIOSA MANERA QUE TUVO DON QUIJOTE DE ARMARSE CABALLERO


D. Quijote de tanto, de tanto pensar en ordenarse caballero andante, está fatigado. Nada más cenar llama al ventero y se encierra con él en la caballeriza, se hincó de rodillas ante él, diciéndole, que no se levantará hasta que no le otorgue el don que quiere, cual es que lo ordene caballero..
El ventero, confuso ante tantas razones expuestas por don. Quijote, le dice que sí le otorgará el don que le pide. Y don. Quijote le contesta: “no esperaba yo menos de la gran magnificencia vuestra...esta noche en la capilla de este vuestro castillo velaré las armas...y mañana ...se cumplirá lo que tengo deseo...ir por todas las cuatro partes del mundo buscando las aventuras, en pro de los menesterosos, como está a cargo de la caballería y de los caballeros andantes, como yo soy, cuyo deseo a semejante fazañas es inclinado”
(Pero la verdad es que don. Quijote no podía ser ordenado caballero, estaba loco, era pobre y no podía ser nombrado mediante un escarnio como el que le tenía preparado  lo hizo el ventero)

El ventero, todo socarrón, le siguió la corriente y le dijo que aunque el castillo no tenía capilla, en cualquier lugar podía velar las armas, y que al día siguiente sería armado caballero. Le preguntó si llevaba dinero, a lo que le dijo que no llevaba blanca (moneda de cobre de poco valor). Don Quijote pensaba que los caballeros no llevaban dinero. Pero el ventero le afirmó que si. También le dijo a D. Quijote que en la alforjas llevaban muchas cosas, le aconsejó que a partir de ser ordenado caballero andante no fuera sin dinero, ni sin las prevenciones referidas (camisas limpias, bien llenas las bolsas, arqueta pequeña llena de argüentos para curar las heridas que recibieran, escuderos proveídos de dinero y de otras cosas necesarias, como eran hilas y argüentos para curarse).
Don quijote, tras prometerle que así lo haría, se fue a velar las armas a un corral grande, puso sus armas en una pila junto a un pozo, y comenzó a pasear delante de la pila, momento en que que empezaba a cerrar la noche.

El ventero comentó la locura de su huésped a todos los que estaban en la venta, los cuales curioseaban todo lo que hacia. Estando velando sus armas tiene que arremeter contra dos arrieros que le retiraron sus armas de la pila para dar agua a sus animales, a los que además de lo golpes que les atestó le decía palabras como  soez, baja canalla.



 El ventero no le parecieron bien las buslas de sus Huésped, y “determinó abreviar y darle la negra orden de caballería luego, antes que otra desgracia sucediese. Y así, llegándose a él, se disculpó de la insolencia que aquella gente baja con el, había usado, sin que él supiese cosa alguna...”(p. 119-120) .Volvíó a decirle que en el castillo no había Capilla, pero lo que le quedaba de hacer para ser ordenado caballero andante tampoco era necesario tal capilla, pues, le quedaba darle la pescozada(el padrino le daba un golpe en la nunca) y el espladarazo (golpe dado con la espada en la espalda), cosa que se podía hacer en mitad del campo., cosa que don. Quijote aceptó.




 Luego el castellano lleva un libro y con un cabo de vela que le llevaba un muchacho y con las dos dichas doncellas se fueron a donde estaba don Quijote, al que manda hincar de rodillas, en mitdad de la leyenda alzó la mano y le dio sobre el cuello un gran golpe y después con la misma espada, un gentil espaldarazo.Una de las damas le ciñó la espada, a la vez que le dice la buena señora:
-” Dios haga a vuestra merced muy venturoso caballero y le dé ventura en lides”.(p.121)
Don quijote le preguntó cómo se llamaba, para saber a quien quedaba obligado por la merced recibida porque pensaba darle alguna parte de la honra que alcanzase por el valor de sus brazos. Le dijo que Tolosa, hija de un remendon natural de Toledo. Don quijote le pidió que se pusiese don, y se llamase doña Tolosa. Ella se lo prometió y la otra le calzó la espuela. Igualmente le preguntó su nombre y le dijo que Molinera, hija de un horado molinero de Antequera; a la cual tambien le rogó que se pusiense don, y se llamase doña Molinera:
Don quijote ya es un caballero andante, ahora tiene que ir a buscar las aventuras, y ensillando a Rocinante, subió en él, y abrazando a su huésped se despide con palabras extrañas de él. El ventero, con ganas de verle fuera de la venta respodio a las suyas, sin pedirle la costa de la posada, le dejó ir a la buena hora.

–-------------------------------------------------------
COMENTARIO Y ENSEÑANZA:
La fuerza de la idea, la de hacerse caballero andante, es tal que es capaz de superar cuantos incovenientes y cuanto retos surjan al encuentro para impedir su la realización. El ser deseo se convierte en ser real. El pensamiento que va dando forma a la idea es tan fuerte como la misma idea ya configurada. Obstáculos han sido varios: locura, pobreza, mujeres de la casa donde
vive el  Quijano, inexistencia de Castillo y   de Capilla, burlas del ventero y arrieros de la venta.
La locura, que ha sido un impedimento, ha sido precisamente lo que le ha permitido ordenarse caballero. En condiciones normales no lo hubiera podido ser, se hubiera rendido y no hubiera acepcetado ninguna de la condiciones: ni venta ( que gracias a su locura le parece un castillo; ni ventero, que gracias a su locura le perece el señor de castillo; ni las mozas, que le parecen señoras importantes, ni hubiera velados las armas en el patio, ni hubiera consentido escarnio alguno.
La condición de su locura hace posible lo que no hubiera logrado con sus cordura. Se vale, pues, de su locura para lograr lo que no puede con sus cordura; y de su cordura para lograr lo que no puede con sus locura. Ahí está Cervantes para que apareczca la  locura y lucidez cuando es necesario.
Ha logrado hacerse caballero andante, entes de tener escudero, pues, Sancho Panza, llevado por su realismo terrenal, no hubiera permitido que su señor se hubiera ordenado caballero en las condiciones que lo ha hecho. Hubiera exigido el respeto, decoro y cumplimiento fiel de las normas escrupulosas de las leyes de caballería.

No hay comentarios:

Publicar un comentario